El motor de la Ninja ZX-10R combina una potencia impresionante con una respuesta perfectamente dosificada, ofreciendo una entrega lineal que se mantiene hasta su punto máximo. Diseñado para maximizar la eficiencia en circuito, se ha afinado su comportamiento en cada fase de la curva: al soltar el acelerador en la entrada, al retomarlo en el ápice y al abrir gas en la salida. El nuevo propulsor conserva las prestaciones del modelo anterior, pero ahora con menores emisiones y una gestión aún más refinada.